Estoy estudiando la posibilidad de hacer una expedición al Polo Sur, me han dicho que hay elefantes rosas, pingüinos verdes, focas azules, osos amarillos.
Me llevaré ropa de abrigo para no constiparme, seguro que allí hace mucho frio y el cambio de temperatura tal vez trastoque mi sistema respiratorio.
En mi mochila de la inocencia, meteré un poco de imaginación y una pizca de ilusión. Creo que con estas cosillas podré viajar hacia el Sur más Sur del planeta Tierra.
¿Por qué a medida que pasa el tiempo esa mochila de inocencia va pensado menos? ¿Por qué esa imaginación de la tierna infancia, se difumina en el tiempo? ¿Por qué la ilusión no es constante?
Puede parecer que hoy tenga un día negativo, pero no es así, simplemente me doy cuenta que el tiempo va rasgando esa mochila y esas virtudes que florecen como amapolas en esos pequeños granujas, pierden fuerza a medida que crecemos. Pero yo quiero continuar soñando, no quiero que mi mochila pierda peso.
En mi expedición al Polo Sur investigaré la fórmula mágica para que todas esas especies diferentes que allí habitan, puedan venirse conmigo. Seguro que encuentro el antídoto, ¿Se anima alguien a venir conmigo?
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