No soy rociera y aunque me lanzaron a sus entrañas, no sentí ese fervor que ellos sienten. Eso no hace que me parezca increíble la desmesura que ellos sienten hacía alguien que no es de carne y hueso, alguien a quien no han conocido. Aún así ellos desean que todo los años llegue el Camino, para darle en cada paso las gracias por estar allí de nuevo. En su gran mayoría sus fuerzas se ven movidas por promesas a alguien que ya no está aquí , por alguien que sigue aquí pero que no está del todo bien o por un sinfín de razones. Razones que ellos necesitan contarle al oído a su virgen. A ellos, la existencia de su virgen les hace seguir hacía delante, les da fuerzas.
Hoy a caído entre mis manos un vídeo "Soy peregrino", (En mi afán por querer entenderte :) ) me he dispuesto a escucharlo y me han estremecido las palabras de una madre que perdió a su hijo y sobre todo me ha conmovido ésta frase: No todo el mundo tiene suerte de tener un ángel.
Tener ángel… siempre llega alguien a tu vida gente que lo tiene, a veces se quedan a tu lado durante mucho tiempo o por siempre y otras veces cogen otro camino, el azar es así de caprichoso y dejarse llevar a veces te lleva a autopistas sin caminos de vuelta. Me entristece pensar que no todo el mundo tiene ese ángel pero a su vez me siento afortunada de tener o haber tenido a más de un ángel a mi lado, que me han enseñado o me han hecho ver todo desde un punto de vista distinto. Caminos con diferentes altitudes, con diferentes morfologías, que cogen cuerpo a medida que pasan los años y aunque a veces se encogen como si de una pelota de papel de aluminio se tratase, vuelven a coger forma y en cada arruga que se forma deja impresa una moraleja que te hace aprender.
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